viernes, 8 de mayo de 2009

El regreso

Después de 2 y no 1 mes de Seudo vacaciones destinadas a buscar pega, asistir a la despedida de mi prima, ir al solarium, salir a carretear, celebrar mi cumpleaños y asistir a la ceremonia de Título con más retraso que haya conocido jamás... (me entregaron mi diploma un año después de haberme titulado... en fin, esas cosas solo pasan en mi Universidad).

Volver a Santiago y Viña fue como una inyección de energía, de calor, de copete y de otras cosas que necesitaba en mi aburrida vida en el pueblito de Hornopirén "Aburripirén". La verdad es que mis planes eran irme por un mes a Santiago y volver en Abril a trabajar al Hogar de niños hasta Junio o Julio.... dejé a mi reemplazo listo, con las tareas que debía hacer organizadas en la pizarra de la oficina, las evaluaciones por realizar, los informes por redactar y las citaciones al Tribunal por atender.... Todo listo para volver, pero a mediados de Marzo recibí un mail de la Asistente Social que trabaja conmigo, con quien vivo desde Diciembre y quien además es ahora la Directora Subrogante en el lugar, mientras mi jefa termina su post natal. El mail decía que debía responder pronto si yo volvía o no a trabajar pues la psicóloga que dejé reemplazándome estaba preocupada por no saber si se iba o se quedaba más tiempo en el puesto. Además que si mi respuesta era que volvía, debía hacerlo desde abril hasta Diciembre como mínimo, pues los niños con quienes trabajamos necesitan figuras estables, si no.....

La verdad es que me pareció raro que me preguntara si yo volvía o no, cuando el acuerdo es que yo volvía en Abril a menos que hubiera encontrado otro trabajo para lo cual yo misma me encargaría de avisar. Luego me molesté mucho con la exigencia de volver hasta diciembre, pues en primer lugar mi trabajo es a honorarios y no contrato a plazo fijo, en segudo lugar cuando yo llegué a trabajar, lo hice comprometiéndome con 6 meses, los cuales cumplí a cabalidad, estando allá 7 meses, soportando frío, temporales de viento y lluvia y estando aislada y alejada de mi familia y amigos; y en tercer lugar a mi los niños me ven de lunes a viernes sólo en las tardes, por unas 3 o 4 horas (si es que mi oficina está abierta), en cambio a las educadoras de trato directo, las ven durante fines de semana, en las mañanas antes de irse a la escuela y en las tardes cuando llegan de ella..... con ellas hacen sus tareas, con ellas comen la merienda, la cena, ven la televisión, ellas las ayudan a bañarse, a vestirse, a peinarse, etc: y ellas en cambio entran y salen del Hogar, siendo sustituidas cada una o dos semanas, esperadno que llegue por fin la "TÍA" que de resultado con los niños, pues obviamente las sustituyen porque no logran hacer bien su trabajo. Entonces no puede pedirme que yo sea una figura estable, si ella misma es quien toma las decisiones de qué educadora se va o se queda y bueno..... generalmente el resultado es que se vayan y que entren a prueba las siguientes.

Por lo tanto después de mucho pensarlo, respondí que me era muy difícil responder, debido a que conociéndome no podría soportar otros 9 meses en "reclusión", pues no quería comprometerme a algo y luego incumplir mi promesa. Yo no soy así. Al final mientras respondía que pese a mi desgano, volvería a mi trabajo por esos 9 meses, sólo porque mi jefa ha sido muy atenta con mis necesidades y se ha portado excelentemente conmigo... una tía me vio muy mal y bueno, me dijo que no me fuera, que ya había vivido esa experiencia y me había servido y que si no me sentía cómoda allá, que simplemente no volviera, que ella y mis otras tías iban a estar ahí cada vez que yo lo necesitara. Así que reescribí la respuesta y dije NO.

Luego en Abril, me comuniqué con mi jefa, que pese a que no staba ejerciendo su puesto como tal (directamente), seguía siendo para mí la encargada del Hogar de niños; razón por la cual la llamé para explicarle mis razones de no volver al trabajo y disculparme, pues regreso al pueblo sería solo con el objetivo de recoger mis cosas. Me dijo que dentro de las posibilidades que había barajado con la Asistente social, una era que me tomara un par de meses más y que volviera cuando el invierno se estuviera yendo y me quedara hasta final de año, es decir que volviera en junio o julio, debido a que el invierno en el lugar podría ser muy frío y solitario para mí y no quería que terminara en psiquiátrico (jajaja)...., otra posibilidad era que volviera solo a terminar y cerrar mis procesos y bueno, que estaba abierta a otras posibilidades..... Entonces es que terminé de emputecerme con la Asistente social quien no me había comentado jamás de estas posibilidades y al contrario había sido exigente y tajante en la decisión que yo debía tomar, dejándome abierta solo la posibilidad de volver por 9 meses o quedarme en Santiago... Eso si que fue mala leche de su parte.

Le comenté mi molestia a mi jefa y le dije que ya me había hecho a la idea de no volver, pues el sentimiento que me dejó el mail de la asistente social estaba muy presente en mí. Mi jefa me dijo que lo pensara mejor, que en vez de viajar a perder plata para buscar mis cosas, que son hartas, mejor aprovechara de trabajar un mes, cerrara procesos y así me podía ir con algo de plata en el bolsillo, que dicho sea de paso ya no me quedaba casi nada, pues ya eran dos meses sin sueldo y me había gastado mis ahorros y ella lo sabía o lo suponía y por eso me daba esa posibilidad, pensando en mi bienestar económico. Acepté y volví a trabajar el lunes 4 de mayo con pasaje de regreso para el día 30.

En conclusión, mi jefa se ha comportado demasiado bien conmigo, yo no sé si en otras partes habrán jefas así, pero la mía en especial ha sido un 10 en mi vida profesional, partiendo por el hecho de que me dejó trabajando sin tener yo mucha experiencia con niños y sinceramente nada de experiencia con SENAME..... Sé que aun quiere que me quede a trabajar con ella, o por lo menos que me quede hasta que se termine su post natal y así pueda apoyar a la asistente social como la dupla psicosocial que debemos ser, pero me entiende y me da alas para hacer lo que al final sea mejor para mí.

La verdad es que lo pensaría sólo si la asistente no estuviera, pues me vine con la bronca a flor de piel y aquí parecen darse cuenta que entre ella y yo la comunicación ha disminuido bastante, limitándose a un cruce de palabras de buena educación como "Buenos días" y cuando es estricatmente necesario para hacer nuestro trabajo. Ya nisiquiera en la casa cruzamos muchas palabras, se ha tornado un tanto incómodo, pero al encerrarse cada una en su pieza se deja atrás el día y el mal rato.

En relación a mi recibimiento, los niños y el resto del personal han sido muy expresivos en el cariño que dicen tenerme, tampoco quieren que me vaya, pero al menos los adultos comprenden la situación, me apoyan y bueno, eso me deja muy tranquila.

Por ahora no tengo ningún trabajo al que pueda llegar cuando vuelva, pero no importa, lo importante es que mi familia estará ahí para apoyarme.