viernes, 21 de noviembre de 2008

Cuando lloramos de rabia, duele más

Hoy una de las tantas niñas que viven en este Hogar, pasó por mi lado buscando contención, con sus ojitos cargados de lágrimas listas a explotar y una expresión que si bien enternecía, daba coraje. Desde que llgué hace 4 meses a trabajar a este lugar y conocí su caso, su historia y a su madre, he pensado que debiera ser candidata a Adopción. Pero lamentablemente la LEY pide condiciones para que eso pueda llevarse a efecto, dentro de las cuales se exige que no sean visitados en al menos 3 meses por sus padres o cuidadores legales... y obviamente la enferma de su madre lo sabe y viene justo cuando está por terminar el plazo, le promete el cielo y las estrellas, luego la amenaza con tonterías y vuelve a desaparecer...

Volviendo a la pena que acongoja a mi niñita de 7 años, tan tierna, tan agradecida de lo que uno le ofrezca, tan llena de risas a pesar de todo lo que ha vivido, de la madre que le tocó y del maltrato que sufrió, a pesar de un Sistema que le falló desde el primer día en que nació en que notándose a simple vista y sin ser perito en el Psiquiatría o Psicología cualquier persona pudo darse cuenta de sus trastornos y sin embargo la dejaron salir del Hospital con un bebé a su cuidado, dos hijas abandonadas y otra machucada que descansó de las golpizas mientras su hermanita nacía.

Hoy esta chiquita lloraba por un padre que nunca conoció y que le habría gustado ver alguna vez, pero que debido a que no tenemos poderes sobrenaturales no podemos revivir a un hombre que pasó a la otra vida sin poder ver nunca la cara de su hija y que murió cumpliendo condena en una cárcel por violación. (Aunque lo hubiera conocido, no sé qué tanto mejor podría haber estado con él).

Esta niña es la única que debe pasar los 365 días del año metida en el Hogar, pudiendo alir solo para asistir a la Escuela o cuando su profesora se compadece de su situación y pide al Tribunal permiso para llevarla a pasear unas horas, ALGUNOS sábados por la tarde. Lloraba porque es viernes y ve cómo todos sus compañeritos del Hogar son recogidos por sus familiares para irse el fin de semana a sus casas, vienen las vacaiones y por muchos días será la única niña en el Hogar, quizás una de las cuidadoras del Hogar, la tía más antigua aquí la lleve a su casa para Navidad para bajar su angustia, disminuir su tristeza y llenar por unos días de alegría y esperanzas sus ideas. Obviamente no puede ir con su mamá, aunque tampoco desea hacerlo pues le provoca terror, si la madre consiguiera llevarla un día a su casa sería capaz de devolverla en un cajón o "perderla" por ahí y no hacerse cargo. SI yo pudiera describir a esta mujer, diría que en su pueblito también la ven como a la "Quintrala" que mandó un sicario para matar a su cuñado, los vecinos le temen, la suegra le teme, las hijas le temen, anosotras nos amenaza, nos grita y hasta casi le pega a la jueza y los carabineros en más d euna ocasión. Cuando viene a "ver" a su hija, la matrata psicológicamente, le grita e incluso ha intentado pegarle, Obviamente hay que actuar rápido y rogar que un día la "JUSTICIA" le prohiba venir a visitarla para intentar instalarla con una familia que por fin la quiera.

Mientras lloraba en mi hombro, intentaba contenerla y quería prometerle que todo estaría bien, pero sabía que no puedo mentirle, quizás se mantenga aquí 11 años más, quizás algún día su madre se estabilice y la lleven con ella, quizás... quizás. Qué rabia me daba, mientras escuchaba su lamentación la que lloraba, sin que ella pudiera darse cuenta, era yo al no tener respuestas, al no tener soluciones.

martes, 4 de noviembre de 2008

(Dedicado a un nuevo amigo, TOM)

La verdad ha sido una semana marcada por altibajos... por un lado puedo decir que tengo un nuevo amigo y por otro lado debo decir que tengo la casi certeza de que no lo volveré a ver (en persona) nunca más. Las posibilidades de que él viaje nuevamente a donde yo estoy son remotas y la posibilidad de que yo algún día pueda ir a su lugar, son aun más alejadas de mi propia realidad.

Cuando uno conoce a una persona, se queda con la primera impresión que ésta entrega o muestra, sin embargo esta impresión puede cambiar con el tiempo, con el mutuo conocimiento, con los sentimientos, con las actitudes, etc. Yo por mi parte me quedo con la impresión de haber conocido a un hombre perfecto. Un hombre sensible, apuesto, cariñoso, preocupado, un hombre inteligente, independiente, forastero, un hombre apasionado, un hombre simple, sencillo, ávido por conocer, simpático, agradable, un caballero; lo que yo conocí es un verdadero compañero para mi propio viaje de vida.

Tuvimos una buena semana, ambos conocimos nuevos lugares y compartimos la dicha de la compañía, puesto que ambos estábamos solos recorriendo nuestros propios caminos y lo bueno es que llegó en el momento propicio para mí, cuando la soledad comenzaba a sentirse más presionante y aplastadora que nunca; suerte que la vida nos cruzó, aunque sea por tan poco tiempo.

Ahora que se fue me siento más sola que antes, es difícil no tener amigos cerca, pero también entendí que fue una experiencia enriquecedora y que debo aprender de ella y guardar cada recuerdo en esta loca cabecita que tengo y que a veces fácilmente olvida cosas importantes sin intención de hacerlo, es por eso que prefiero escribir parte de este recuerdo que sólo él y yo conocemos con todos sus detalles y tengo la certeza de que si alguna vez yo llegara a olvidar parte de lo ocurrido, será simple leer estas líneas y ver las fotografías para así remover los recuerdos y que éstos salgan a flote... así funciona mi mente, se apoya en los escritos, en las Re-visiones.

He pensado en la idealización y tengo claro que muy probablemente yo idealicé a este nuevo amigo por todas las atenciones que tuvo, por su modo de comportarse y de ser, pero es lo que hay, es la impresión que me dejó y como no habrá más tiempo de conocerlo, es la impresión que quedará por siempre... haciéndome volver a creer en que los hombres perfectos existen y que están escondidos en algún lugar de nuestros caminos.