jueves, 7 de agosto de 2008

Frío de mierdaaaaaaa

6 días llevo ya embarcada en esta nueva aventura y mientras tanto, sólo puedo referirme con especial atención al frío que me agobia día a día y noche a noche; especialmente durante el día con sus fuertes vientos, las fuertes lluvias y los blancos granizos, ya que no estoy metida en mi cama con el scaldazono (gracias de remate.com por ofrecerme tamaño aparato, que me calienta por las noches). Temporal de mierda que no se va y que me despierta en las noches; menos mal que hoy amaneció despejado, si hasta he podido RE-conocer el sol en algunos segundos...

Sobre mi experiencia, puedo decir que partió mal en el bus camino a Puerto Montt; mi vecino de asiento empezó a estirar sus manos hacia mí durante la noche, al principio solo sentí pequeñas caricias en mis manos y sanamente pensé que el jovencito en cuestión podría estar durmiendo y que “no se habría dado cuenta”…. Moví mis manos y traté de dormir otra vez, eran cerca de las cuatro de la mañana y estaba todo tan tranquilo; pero sus manos volvieron a acercarse a las mías y yo tímidamente no supe qué hacer; volví a moverlas, pero por tercera vez el pelotudo se me acercó y no solo tomó mis manos, sino que también me intentó hacer cariño en la cara. Ahí solo atiné a hacerme la “recién despertada” y desentendida, sentarme con cara de insomnio y sacar mi laptop para ver una película. No supe qué hacer, porque siempre me quedará la duda si el tipo estaba durmiendo al principio y después le gustó el cuento ó si el tipo estuvo despierto todo el rato y pensó que yo no alegaba porque me gustaba el webeo. En fin, que se bajó en Osorno a las 7 de la mañana y yo acomodé todas mis cosas en su asiento para que nadie más se sentara ahí y poder así dormir tranquila el resto del camino.

Llegué a las 9 de la mañana al Puerto y debí esperar hasta la una y media de la tarde para tomar el siguiente bus que me llevaría a mi destino, 3 súper maletas, un bolso con computador y una mochila me obligaron a pagar por la custodia más cara de mi vida y poder salir a recorrer la ciudad mientras llegaba la hora de partir. La verdad, no me gustó la ciudad, no le encontré más gracia que al centro de Santiago.

Llegando a Hornopirén, me instalé en un hotel pequeño pero agradable y salí a dar una vuelta, aunque no se veía nada porque ya a las 7 está bastante oscuro; me demoré menos de lo que se demora en fugarse un peo de un canasto, así que me devolví al hotel, me di un baño de tina y me metí a la cama a dormir en paz. La primera parte estaba hecha.

La noche me sorprendió con un temporal terrible, que amenazaba con volar las ventanas de mi cuarto, así que para volver a dormir me zambullí en lo más profundo de mi cama y desperté cerca de las 9 para tomar desayuno, volver a bañarme y salir a buscar casa. Después de la tormenta viene la calma y ese día no fue la excepción. Encontré una cabañita equipada para 4 personas que arrendé y a la cual llegué a vivir el lunes después de mi trabajo, de mi primer día de trabajo.

Ya instalada en mi nuevo hogar, respiré por fin la alegría de la independencia, la real independencia.

A cumplir con el trabajo, ya empecé a atender a mi primer paciente/niño del hogar y el informe preliminar debe estar listo para el viernes, o sea, para mañana.

Pfffffffffffffffffffffffff

4 comentarios:

Jaime Ceresa® dijo...

Ya te dije..consíguete un gorro chilote con patas...así no vas a pasar frío.

Kuddos.-

Unknown dijo...

.


Igual, suena a una muy buena experiencia.

(Aunque desafine de a ratos)

Suerte

Pablo Sebastian dijo...

Parece ser una muy buena experincia...
Saludos...

Ideasingracia dijo...

La raja, pero como dices el frío debe ser de puta madre.
Saludos, desde beijing.